La cabeza la iglesia anglicana se desplazó a la Santa Sede por última vez en el año 2000 cuando se reunió con el papa Juan Pablo II. Es la cuarta visita oficial al Vaticano de la soberana, de 87 años.
El encuentro con Francisco, que duró 17 minutos, fue a puerta cerrada. La reina hizo esperar 15 minutos al papa.
Este le regaló para su bisnieto una esfera
de lapislázuli con una cruz de plata engarzada mientras que le ofreció para ella una carta de San Eduardo, rey de Inglaterra del siglo XI. La reina le correspondió con una cesta con productos ingleses y frutos de sus propiedades.
A su llegada a Roma la soberana se dirigió al Quirinale, donde almorzó con el presidente italiano Giogio Napolitano, que la invitó tras una visita a Londres. El viaje, previsto para el año pasado, tuvo que ser suspendido por enfermedad de la soberana.