Impresoras 3D, derechos de autor y patentes

2014-03-31 2

Las impresoras de 3 dimensiones han permitido hasta ahora a muchas personas realizar proyectos de una manera barata cuando han querido y donde han querido.

Pero con esta nueva tecnología que se encuentra ya al alcance de todos los consumidores, asuntos como los derechos de autor y las patentes se encuentran en el centro de la polémica.

Julie Samuels trabaja para la Electronic Frontier Foundation en Estados Unidos.

“Las leyes relacionadas con los derechos de autor que tenemos ahora son leyes que fueron escritas en los años 70, explica Samuels. No tiene sentido que sigámos aplicándolas hoy en día”.

Cafés con impresoras de 3D se multiplican en todo el mundo. Permiten a los consumidores tener acceso a estas máquinas para imprimir sus propios diseños.

Para los expertos, como Julie Samuels, los legisladores deben estar bien informados sobre las características del sector de la tecnología.

“El estado de las leyes, la gente que quiere hacerse con los derechos de autor o incluso algunas veces con una patente, todas las decisiones que se tomen puede tener un gran impacto en la impresión en 3D. Después podría ser complicado, por ejemplo, imprimir en casa, también se complicaría la situación de aquellos que quieran diseñar nuevas impresoras en tres dimensiones para que esta tecnología siga avanzando”, explica Samuels.

Pero no solo los profesionales realizan sus diseños con este tipo de impresoras. Ahora, muchas páginas en la red de grandes marcas permiten de manera legal a sus usuarios tener acceso a sus diseños.

Muchas empresas también se preguntan cómo proteger sus productos.

“Las empresas están siempre preocupadas, solo piensan en el peligro de perder sus diseños, explica Cyndi Tetro, fundadora de 3Dplus.me. Es difícil para ellas saber cómo proteger su marca y al mismo tiempo adaptarse a lo que está ocurriendo en lo que a la información libre de acceso se refiere”.

De la gran pantalla a nuestras casas, la revolución de las impresoras 3D ya está en marcha, solo falta saber cómo la ley se adaptará a ellas.