Con dos años de retraso pero ya está aquí. La línea cuatro del metro de Budapest ha abierto sus puertas y sus habitantes ya pueden disfrutar de sus diez paradas. Su construcción ha tardado ocho años y ha estado marcada por continuos enfrentamientos políticos.
Después del de Londres, el metro de la capital húngara es el más antiguo de Europa y está declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.