Caluroso recibimiento a Michelle Obama en su llegada a Pekín. La esposa del presidente chino, Peng Liyuan, ha dado la bienvenida a la primera dama estadounidense en su primera visita al país asiático. Un viaje que durará una semana y que tiene como tema central la educación de los jóvenes.
Los medios locales han calificado la visita de muy significativa y la mayoría de analistas coincide en que el verdadero objetivo de la misma es intentar limar asperezas entre Washington y Pekín.
Acompañada en todo momento por su homóloga, Obama, que ha llegado con su madre y sus dos hijas, ha conocido de primera mano algunas de las tradiciones culturales chinas, como la caligrafía o el ping-pong.
En su tercero viaje en solitario, Obama ha visitado una escuela secundaria y la antigua residencia imperial, la Ciudad Prohibida. En los próximos días dará un discurso en la Universidad de Pekín, contemplará la Gran Muralla y verá los famosos guerreros de terracota de Xian.
Este viaje ha generado gran expectación en China en un momento en el que las relaciones entre los dos países no pasan por su mejor momento.
La recepción al Dalai Lama en Washington no gustó a las autoridades chinas pero no ha impedido al presidente Xi Jinping saludar a la primera dama estadounidense.