Barcelona, 17 mar (EFE).- La caída de la velocidad del viento y de las temperaturas registradas ayer, junto al aumento de la humedad durante la noche han favorecido la lucha contra el incendio forestal que ha destruido más de 300 hectàreas de bosque en el Baix Empordà, entre los términos de Vall-llobrega, Palamós i Calonge (Girona).
Los bomberos esperan que en las próximas horas, con la ayuda de los medios aéreos que esta mañana se han reincorporado a las tareas de extinción, se podrà estabilizar y posteriormente controlar el incendio, según ha explicado el conseller de Interior, Ramon Espadaler, en declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Efe.
La mayoría de las 400 personas desalojadas preventivamente ayer de sus domicilios han podido pasar la noche en sus casas, excepto los habitantes de tres masías aisladas, ha informado el conseller.
El incendio ha causado un herido, un bombero voluntario que ha pasado la noche en observación con una contusión torácida y que serà dado de alta en las próximas horas.
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