Las Cuestas de la Sierra discurre entre el barranco del Río Lanjarón, por un espectacular paraje de castañar, que aunque algo mermado por plagas e incendios, aún conserva su belleza. Antaño, tierras de cultivos de subsistencia, en las que todavía quedan las ruínas de antiguos cortijos en los que familias enteras vivían. Durante el recorrido, el sonido del agua, es el predominante. Muy recomendable hacer esta excursión, especialmente en primavera o en otoño.