El secretario general de la organización internacional, Ronald Noble, asegura que los dos iraníes que embarcaron con pasaportes robados pretendían buscar refugio en Europa.
“Cuanta más información tenemos, más nos lleva a pensar que no se
trataba de un atentado terrorista. Y si leéis lo que ha dicho el jefe de la Policía de Malasia sobre el joven de diecinueve años cuya fotografía está aquí, dijo que quería viajar a Fráncfort, Alemania, para reunirse con su madre. Eso es un asunto de inmigración y no un problema de terrorismo”, decía Noble.
Tanto el joven de 19 años como el otro de 30 llegaron a Kuala Lumpur procedentes de Doha, en Catar, el 28 de febrero y embarcaron en el avión desaparecido con un pasaporte italiano y otro austriaco. Tras aterrizar en Pekín, pretendían volar a Amsterdam.