La guerra económica Rusia - UE aumentaría el precio de la energía en toda Europa

2014-03-10 139

El despliegue de las tropas rusas en Crimea sonó como un aldabonazo en los pasillos de la Unión Europea. Tras la cumbre del jueves pasado en Bruselas, los líderes de la UE respondieron ordenando no solo la suspensión inmediata de las negociaciones sobre la liberalización de visados​​, sino también los preparativos diplomáticos para la cumbre del G-8 de junio en Sochi. También amenazaron con sanciones.

El presidente del Consejo de la Unión Europea declaró: “Toda medida tomada por la Federación Rusa para desestabilizar la situación en Ucrania daría lugar a consecuencias graves y de largo alcance para las relaciones entre la Unión Europea y sus Estados miembros, por una parte, y la Federación de Rusia, por otra, que incluiría un amplia gama de áreas económicas”.

En general los europeos tienen menos que perder que los rusos en caso de sanciones económicas recíprocas. Si las exportaciones europeas hacia Rusia representan el 1% del PIB de la Unión, las exportaciones rusas hacia la unión Europea suponen el 15 % del PIB ruso.

Según el gabinete de estudios Oxford Economics, una guerra económica entre los dos bloques haría que aumentara el precio de la energía en toda Europa. El gas subiría el 15 % y el petróleo el 10%. El PIB de la zona euro caería un 1,5 % de aquí a 2015.

El mayor perdedor sería Rusia Oxford Economics, que sufriría la caída del rublo y un repunte de la inflación. En caso de embargo del 80 % de todas las ventas rusas de gas y petróleo el PIB ruso caería el 10 % de aquí a finales de 2015. Pero en la Unión Europea unos perderían más que otros.

Para el analista Csrsten Brzeski ‘‘Alemania es altamente dependiente del gas procedente de Rusia también a través de la Ucrania. Así que los vínculos están ahí. Tenemos además muchas empresas alemanas que invierten en Rusia, porque se supone que es un mercado en crecimiento para muchas, muchas empresas’‘.

El 31% del gas y el 35 del petróleo consumidos en Alemania proceden de Rusia. Unas 6.000 empresas alemanas están asentadas en Rusia y unos 200.000 empleos en Alemania dependen del comercio con Rusia.

Argumentos sobrados todos ellos para que Berlín esté más que motivado para convencer a Moscú para que se siente a la mesa de negociaciones.