La crucifixión de Jesús es un hecho narrado en los evangelios, que relata la muerte de Cristo en el Gólgota de acuerdo con la fe cristiana. Jesús, a quien los cristianos consideran el Hijo de Dios y el Mesías, según la tradición fue arrestado, Juzgado por el Sanedrín de Jerusalén y sentenciado por el procurador Pilato a ser flagelado y, finalmente, crucificado. En conjunto estos acontecimientos son conocidos como "la pasión". El sufrimiento de Jesús y su muerte representan los aspectos centrales de la teología cristiana, incluyendo las doctrinas de la salvación y la expiación. Los cristianos han entendido tradicionalmente la muerte de Jesús en la cruz como una muerte en sacrificio expiatorio. La mayoría de los cristianos proclaman este sacrificio a través del pan y el vino de la Eucaristía, como un recuerdo de la Última Cena, y muchos también conmemoran el evento el Viernes Santo de cada año.