Angustia, rabia y desesperación entre los familiares de los 153 pasajeros chinos del Boeing 777.
Van pasando las horas y continúan sin saber las circunstancias de la desaparición del avión y de sus seres queridos. Confinados en un hotel de Pekín, se quejan de falta de información.
“No hay ningún tipo de información. No ha habido ninguna actualización. Estoy muy confundido y muy preocupado. No puedo dormir, esperando alguna noticia”, dice un familiar.
“Llevo esperando más de 20 horas algún tipo de información. Me sentiría mucho mejor si alguien de Malaysia Airlines viniera. No nos tratan como a seres humanos. Nos han dejado aquí esperando durante horas”, se lamenta un joven cuyos abuelos viajaban en el avión desaparecido.
Grupos de psicólogos intentan ayudar a los familiares de los pasajeros chinos en estos duros momentos, en los que es difícil mantener la esperanza.