Guerra de banderas en Donetsk. Por segunda vez en 24 horas, la policía ucraniana ha vuelto a izar la bandera nacional en la Delegación del Gobierno de esta ciudad rusófona del este del país en la que nació el destituido presidente, Víctor Yanukóvich. Antes de hacerlo, los agentes han tenido que desalojar a cientos de personas que anoche ocuparon el edificio e izaron la bandera rusa. Hay decenas de detenidos.
En este clima de extrema tensión separatista, el enviado personal para Ucrania del presidente de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa afirmaba desde Kiev que considera prácticamente un milagro que no se haya producido un baño de sangre hasta el momento.
Y es que en las regiones rusófonas del país, sobre todo en la península de Crimea, hay numerosos hombres armados que desafían la autoridad de Kiev. Uno de estos grupos ha impedido hoy entrar en Crimea a una treintena de inspectores militares desarmados de la OSCE.