Es una ave particularmente bien adaptada a su dieta de pescado. Posee unas fuertes patas, provistas de escamas que le facilitan la sujección de la presa, y uñas largas y curvadas. Puede cerrar las fosas nasales para evitar la entrada de agua durante las inmersiones. Localiza a sus presas desde el aire, a menudo cerniéndose antes de zambullirse con las patas por delante para capturar el pez. Cuando vuelve al aire, coloca la cabeza del pez de frente, para disminuir el rozamiento del aire. Las escamas de las patas y las uñas son tan efectivas, que en algunas ocasiones el águila no puede soltar un pez demasiado pesado. Esto puede ocasionar que el ave caiga al agua, donde o bien nada hasta la orilla, o fallece por hipotermia o ahogamiento.