El enviado de la ONU suspende su misión en Crimea tras ser intimidado por hombres armados en Simferópol. El automóvil de Robert Serry fue rodeado por milicias prorrusas que le dijeron que tenía que ir de vuelta al aeropuerto. Acababa de visitar varias sedes de la Armada. Serry salió del vehículo, rodeado por una multitud visiblemente hostil a su presencia. El diplomático holandés se refugió, entonces, en una cafetería para informar a sus superiores de la situación. Después, dió por terminada su misión en Crimea.
Durante la tarde del miércoles, además, un grupo de 100 manifestantes prorrusos, marchó hacia el hotel en el que se encuentra la misión de la OSCE y los periodistas internacionales en Simferópol y bloquearon la salida de los observadores al grito de “Rusia, Rusia”.