Ambas especialistas resaltaron la importancia de las emociones en la toma de decisiones, ya que dependiendo del estado de ànimo en que se encuentra la persona, será la decisión que se tome. Por ello, la idea no es controlarlas, no entrar en contención, sino reconocer cómo me siento y decirlo para no dejarse llevar por la rabia, la ira, el miedo, la tristeza o la alegría -que son las cinco emociones básicas- a la hora de elegir qué hacer