El ministro de Defensa ucraniano ha acusado a Rusia de enviar a Crimea 6.000 hombres armados. Algunos de ellos patrullan las calles de Simferópol, la capital.
Por su parte, Rusia ha denunciado que hombres armados, procedentes de Kiev, intentaron asaltar, de madrugada, el ministerio del Interior de Simferópol y que se produjeron víctimas.
Moscú ha respondido positivamente al llamamiento del primer ministro de Crimea, Sergei Aksyonov: “Asumiendo mi responsabilidad sobre las vidas y la seguridad de la gente, me dirijo al presidente ruso, Vladímir Putin, para que ayude al mantenimiento de la paz y el orden en el territorio de la República Autónoma de Crimea”.
La tensión en esta región ucraniana, de mayoría rusófona y rusófila, crece día a día.
El Gobierno autónomo de Crimea ha decidido adelantar al 30 de marzo el referémdum que quiere celebrar con vistas a ampliar su autonomía.
Mientras tanto, las nuevas autoridades ucranianas han instado a Moscú a retirar sus tropas de este territorio, acusándolo de violar los acuerdos bilaterales.