Es la otra Ucrania, la que parecía estar al margen de los hechos de Kiev y la que ahora ha alzado la voz. En la región autónoma de Crimea, la única que goza de esta condición y tiene una mayoría de población rusa, cientos de personas han marchado mientras hombres armados tomaban el Parlamento de Simferópol, la capital.
La Cámara ha convocado un referéndum sobre el futuro de Crimea el 25 de mayo, el mismo día en el que los ucranianos han sido llamados a las urnas para elegir presidente. “Quiero la independencia, una Crimea independiente. Estoy contra el fascismo. No creo que sea justo que algunos grupos decidan por nosotros. Han tomado el poder. Nosotros no hemos elegido ni a Yatseniuk o Turchínov”, explicaba una manifestante refiriéndose al primer ministro y al presidente interino. Otro hombre pedía medidas con celeridad. “Pienso que podríamos hacer el referéndum ahora, inmediatamente. Una llamada urgente para una sesión, una decisión urgente aquí y ahora. En dos meses no tendrá sentido, ningún sentido.”
Mientras Moscú afirmaba que defenderá los intereses de sus ciudadanos, Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN pedían contención a Rusia. En Crimea el Kremlin tiene una de sus principales bases navales.
“A través de este referéndum que puede garantizar más autonomía para la república de Crimea, la situación es una partida de ajedrez entre Moscú y Kiev. Moscú acaba de hacer su movimiento, ahora se espera la respuesta del nuevo Gobierno de Kiev.” concluye Sergio Cantone, enviado especial de Euronews.
