Libertad para ‘El Chapo’. Es lo que han cantando cientos de mexicanos vestidos de blanco en las ciudades de Cualiacán y Guamúchil, ambas en el estado de Sinaloa, tras la detención el pasado sábado de Joaquín Guzmán. A pesar de ser el jefe de uno de los principales cárteles del país, el narcotraficante más buscado del mundo también daba trabajo a muchos ciudadanos.
“La marcha es para que no extraditen al señor a Estados Unidos”, dice una manifestante. Otra mujer explica que las autoridades deben encargarse de secuestradores, no de gente que les ayude.
El presidente Enrique Peña Nieto ha negado la posibilidad de que ‘El Chapo’ sea trasladado a Estados Unidos, ya que tiene todavía cuentas pendientes con la justicia mexicana tras escapar de prisión en 2001.
Las autoridades confirmaron la identidad del hombre al que habían capturado tras una exhaustiva comparación con la últimas fotos que se tenían de él. La detención se produjo un día después de que agentes de Arizona informaran de un teléfono móvil utilizado por un estrecho colaborador del narcotraficante.