En total son ocho y la mayoría lleva en prisión más de un año.
Han sido declarados culpables por violencia en los incidentes registrados en mayo de 2012 en una manifestación previa a la reinvestitura de Vladimir Putin como presidente.
Aún no se sabe cuántos años más tendrán que pasar entre rejas.
Un caso que la oposición considera simbólico como pocos y que se celebra justo en un momento en el que la vecina Ucrania hierve en un baño de sangre.
Los opositores temen que esta circunstancia haya perjudicado a sus héroes entre rejas, y creen que Putin ha querido demostrar en este juicio que en Rusia, sus adversarios no se le suben a las barbas.
Las dos integrantes del grupo contestatario Pussy Riot, junto a un millar personas, intentaron entrar sin éxito a la audiencia.
Decenas de opositores fueron detenidos en el “caso Bolotnaia”, durante las protestas en esta plaza se produjeron destrozos y resistencia a la autoridad, pero ni hubo heridos graves, ni disparos ni incendios voluntarios.