Por diez votos más de los 226 que necesitaba, el Parlamento ucraniano condenaba la violencia contra los manifestantes. Algunos diputados del partido del presidente Víktor Yanokóvich han votado a favor de una ley que obliga a las fuerzas de seguridad a un alto el fuego y a replegarse.
Al documento todavía le queda la firma del presidente de la Cámara que no estaba presente en el momento de la decisión. “Todos los policías que usen su arma y actúen bajo órdenes ilegales serán considerados unos criminales después de la aprobación de este decreto”, explicaba el líder opositor Arseni Yatseniuk.
Las autoridades deben acordar ahora un programa de medidas antiterroristas. Los detenidos, además tienen que ser puestos en libertad.
“Los diputados del Partido de las Regiones en la sala han votado por este decreto y ahora estudiarán las circunstancias de la aprobación del mismo”, aseguraba Nestor Shufrych, de la formación de Víktor Yanukóvich.
Los líderes de la oposición quieren reunirse con el presidente para continuar las negociaciones. Pero las nuevas leyes no tranquilizan a las calles. Los manifestantes creen que lo que se decide en la cámara no tiene su reflejo en el exterior. “Queremos creer, pero siempre estamos preparados. Estamos, estábamos y estaremos preparados. Aprueban leyes pero siguen disparando. Siempre estamos listos.”
Solo la nueva jornada que afronta Ucrania podrá desvelar si las decisiones legislativas evitan un nuevo baño de sangre.
