Final del vacío de poder en Líbano. Las autoridades han anunciado la creación de un nuevo Gobierno tras diez meses en un limbo político. Al frente estará Tamam Salam, que fue elegido en abril por una enorme mayoría del Parlamento pero que desde entonces no había conseguido superar las rivalidades políticas. El objetivo más importante es escapar de los tentáculos del conflicto sirio.
“Extiendo mi mano a todos los líderes y dependo de su sentido común para alcanzar estas metas y les llamo al compromiso por el bien del Estado”, ha expresado Salam.
El Ejecutivo estará formado por 24 ministros, ocho de cada una de las dos coaliciones políticas rivales y otros ocho considerados neutrales. El Gobierno encabezado por Nayib Mikati dimitió el pasado mes de marzo pero hasta este sábado ha seguido ejerciendo de forma interina.
En los últimos meses Líbano ha revivido la pesadilla de la guerra civil que asoló el país entre 1975 y 1990. El apoyo de Hizbulá al régimen de Bachar al Asad y de los suníes encabezados por el exprimer ministro Saab Hariri a los rebeldes ha desembocado en violentos atentados sectarios.