México abre una nueva vía en su legislación de la marihuana. Las autoridades de la capital se plantean un cambio de enfoque que podría incluir la existencia de dispensarios y un aumento de la cantidad que los ciudadanos podrían poseer y transportar para uso personal. Estos límites también se incrementarían para otro tipo de sustancias como el LSD, la metanfetamina y la cocaína.
De esta forma el país podría empezar a seguir la senda marcada por Uruguay, cuya reglamentación aprobada en diciembre del pasado año para el uso lúdico de la marihuana la convirtió en una nación pionera en todo el mundo al ser el Estado el que la produce, distribuye y vende de forma controlada. Los motivos los explica su presidente José Mujica.
“El narcotráfico que es mucho peor que la droga y es el gran objetivo en el fondo es la explotación de un mercado clandestino que no tiene competencia o tiene muy poca competencia y que en todo caso los problemas de la competencia los arregla por la vía delictiva, a tiros.”
A pesar de las intenciones, parece que el camino para los cambios legislativos en lo que concierne a la marihuana en México es todavía muy sinuoso. Las encuestas muestran una importante reticencia de la mayor parte de la población para liberalizar el consumo.