Reino Unido sigue bajo el influjo de las lluvias y vientos que mantienen gran parte del sureste de Inglaterra inundado. Aunque este jueves es un día de calma en el que los afectados tratan de limpiar lo que pueden, se espera que en los próximos siete días habrá tres fuertes tormentas empezando por este el viernes.
Un ejemplo de los efectos devastadores es Wraysbury, de 1.500 habitantes, donde 100 hogares han quedado anegados y 50 familias han tenido que dejar sus casas.
“Subió muy rápido en pocas horas. Puede que de tres a cuatro. Así que nos despertamos por la mañana y todo estaba inundado”, explicaba Jonathan Swift, un habitante local.
Muchos se refugian en edificios públicos habilitados a tal efecto hasta que se pueda dragar y limpiar el pueblo. En Wraysbury la escuela local sirve de improvisado dormitorio.
“Tengo tres hijos pequeños. Y los he dejado en diferentes casas. Uno con mi familia, otro con amigos y el tercer con una hermana. Ya no están en casa, es peligroso ya que el agua está muy sucia”, aseguraba Bea Evans, también residente en el pueblo.
Este es el mapa meteorológico de Europa proyectado por la NASA. Un blanco continuo cubre el continente donde el Reino Unido está totalmente oculto.
Ha sido el enero más húmedo en 250 años y parece que febrero también quiere batir récords. El Gobierno británico mantiene 16 alertas rojas, es decir, riesgo para la vida en diversos puntos de Inglaterra y Gales.
