Las democracias de América Latina han estado bajo presión de países extranjeros durante décadas. Con el fin de de desestabilizarlas organismos como la CIA e incluso grupos de poder político y económicos favorecen el acaparamiento, el alza en los precios de productos básicos sin justificación, para generar descontento social y crear un ambiente propicio y golpear a los gobiernos en turno. Así pasó en Chile durante el mandato del presidente Salvador Allende, previo al golpe de Estado que lo derrocó en 1973, y ahora sucede en Venezuela. Sin embargo el mandatario Nicolás Maduro ha tomado acciones para contrarrestar el embate de la derecha en ese sentido, con éxito probado. teleSUR