Suiza decide sobre su política migratoria en un referéndum que podría afectar a su relación con la Unión Europea. Los ciudadanos están llamados a las urnas para votar si el país sigue dejando sus puertas abiertas a los trabajadores comunitarios.
La iniciativa ha sido impulsada por la derechista Unión Democrática de Centro, que acusa a la inmigración de producir desempleados que se aprovechan de su sistema social. Para salir adelante, debe contar con la mayoría de votos y también de cantones.
“Creo que el referéndum es muy importante por dos razones: una es que pienso que la economía suiza necesita de toda esa gente que viene del extranjero y la segunda razón es que sería una muy mala señal para Europa y pondría en peligro todas nuestras negociaciones”, explica un ciudadano. Otro se muestra favorable a poner cotos. “Creo que dará un signo claro al Gobierno, así que podrá tomar medidas y acciones para que los trabajadores dejen de sufrir por la situación actual”.
Suiza tiene una población de ocho millones de habitantes, de los que el 23% son extranjeros, la segunda mayor tasa de Europa tras Luxemburgo. En las diferentes consultas, los ciudadanos se han mostrado favorables a la apertura de fronteras para los trabajadores de la Unión Europea.