La caza y el comercio ilegal de animales silvestres y productos relacionados con ellos preocupa a la Unión Europea. Después de que Francia destruyera tres toneladas de marfil junto a la Torre Eiffel para denunciar el aumento de estas prácticas, ahora la Comisión Europea ha puesto en marcha una consulta pública para tomar medidas.
“No estamos hablando de los turistas que meten los corales en sus maletas para llevárselos a casa. Estamos hablando de un negocio que mueve miles de millones de euros. Con redes criminales internacionales organizadas que utilizan rutas y métodos como los del tráfico de drogas, el tráfico de armas y el de seres humanos”, ha dicho Janez Potoċnik, comisario europeo para el Medio Ambiente.
La Unión Europea es uno de los principales mercados de destino y punto de tránsito de especies y productos ilegales. Los negocios resultan muy lucrativos y los procedimientos judiciales que hay son escasos.