El Gobierno y los talibanes paquistaníes han roto el hielo en la primera jornada de las negociaciones que persiguen poner fin a 7 años de lucha sangrienta. Tras varios intentos infructuosos, los contactos oficiales comenzaron el jueves en Islamabad con una reunión en la que los insurgentes presentaron una lista de exigencias difícil de cumplir para el Ejecutivo:
– “Para que las conversaciones tengan éxito, deben parar todas las actividades contrarias a la paz y la seguridad”, decía el líder de la delegación de los talibanes.
“Tenemos que acabar con la anarquía y hacer que este país sea un lugar donde las personas puedan vivir en paz de acuerdo a las enseñanzas del Islam”, concedía el jefe de la delegación gubernamental.
Además del fin de las operaciones armadas, los talibanes exigen la imposición de la ley islámica en todo el territorio, algo difícilmente aceptable para el ejecutivo. En este contexto, Islamabad ha vuelto a pedir al gobierno estadounidense que cese sus ataques con drones contra los talibanes en territorio paquistaní. Washington ha respondido que planea reducirlos.