Incertidumbre sobre el futuro político de Tailandia, tras el boicot electoral del domingo. Los manifestantes antigubernamentales han vuelto a marchar por las calles de Bangkok, un día después de impedir la celebración de las elecciones en 18 provincias del sur del país y 5 distritos de la capital. Shutep Thaugsuban, líder de las protestas, afirma que seguirán en pie de guerra hasta conseguir la dimisión de la primera ministra, Yingluck Shinawatra.
La oposición reclama que las elecciones del domingo sean invalidadas. En cualquier caso, no habría suficientes escaños electos para formar un nuevo Parlamento, con lo que el país podría seguir con un gobierno interino durante meses.
“Nuestra economía va a ser víctima de esta polarización. Aunque se consiga formar un Parlamento, está claro que la incertidumbre va a afectar a la confianza de los inversores, que piensan que este ejecutivo será, en el mejor de los casos, un ejecutivo interino”, afirma el analista político Somjai Phagaphasvivat.
La Comisión Electoral no emitirá ningún resultado hasta que no se celebren comicios parciales en los distritos en los que no se pudo votar. Tras las elecciones, Tailandia vuelve al punto de partida, tras tres meses de crisis política y manifestaciones cotidianas.