"País de frailes y curas", "martillo de herejes", "que inventen otros"...Son algunas de las expresiones que sirven para identificar España con el atraso, la incultura y la mezquindad. Entre los españoles aún existe cierto complejo psicológico relacionado con la propia nacionalidad, dado que, con cualquier motivo, se los puede tachar de intolerantes, franquistas, fanáticos. Pero, ¿de verdad España tiene un pasado nefasto, una historia más vergonzante que el resto de países? Alo largo de estas páginas los autores analizan diversos pasajes -como la Inquisición, los nacionalismos, al-Ándalus o la expulsión de los judíos- de donde proceden los tópicos de una historia artificial, de una caricatura muy extendida que nos impide conocer cómo somos, cómo fueron nuestros abuelos.