La Reserva Federal estadounidense recorta por segundo mes consecutivo sus inyecciones masivas de dinero, a pesar de la situación en los países emergentes. La Fed rebajo de nuevo en diez mil millones de dólares, de 75.000 a 65.000, la compra mensual de bonos públicos y títulos hipotecarios. Esta es la estrategia prevista por el presidente del organismo, Ben Bernanke, que celebró su última reunión en el cargo antes de que este viernes pase el relevo a su vicepresidenta Janet Yellen.
Yellen debe continuar con la misma estrategia de retirada progresiva de estímulos, aunque de momento se mantenga el tipo de interés en su mínimo histórico próximo a cero para seguir reactivando la economía. La inflación en Estados Unidos en 2013 fue del uno y medio por ciento y el paro ha bajado al 6,7 por ciento. Pero, simultáneamente, millones de personas han dejado de buscar trabajo. La línea de la Fed no debe variar aunque en los mercados emergentes se viva una repatriación de capitales que los debilita.