La Rada Suprema decidía derogar este martes el paquete de leyes aprobado sin debate el pasado 16 de enero que supuso una intensificación de las protestas seguida de las primeras muertes de manifestantes. La indignación popular comenzaba el pasado mes de noviembre cuando el Gobierno rechazó un acuerdo de asociación con la Unión Europea para estrechar lazos con Rusia.
Pero además el mismo día el presidente Víktor Yanukóvich ha aceptado la dimisión del primer ministro que también supone la del resto del Ejecutivo. El viceprimer ministro Sergei Arbuzov será provisionalmente el nuevo jefe de Gobierno.
“Las decisiones tomadas hoy por la Rada, junto a la mía, crean suficiente espacio para el compromiso. Me gustaría dirigirme a nuestra gente para decir que para mí, preservar la unidad y la integridad del país y asegurar su desarrollo exitoso es el objetivo más importante. Las ambiciones son secundarias”, ha dicho el dimisionario Mikola Azárov.
Mientras tanto a las puertas del Parlamento, seguidores del presidente mostraban su apoyo y evidenciaban la división interna existente en el país. “Nuestro presidente no ha tenido elección. Le han puesto en una posición en la que solo puede hacer concesiones o poner a Ucrania al borde de la guerra. Ya esta lista una orden para forzar el estado de emergencia, solo se necesita la firma del presidente”, aseguraba una de las manifestantes.
Una exigencia que el transcurso de los acontecimientos hace muy difícil que se cumpla aunque todavía hay que ver qué ocurre en Ucrania.
