Es el único progreso tangible en la cumbre Ginebra II sobre Siria con la mediación de la ONU. Esta semana, un convoy de las Naciones Unidas podrá sacar del casco viejo de Homs a mujeres, niños y heridos con garantías del Gobierno en Damasco y de los grupos rebeldes que combaten en esa ciudad.
El viceministro de Asuntos Exteriores sirio, Faisal al Mikdad:
“ Si los terroristas de la ciudad de Homs permiten moverse a los niños y las mujeres y abandonar la ciudad, por supuesto que vamos a garantizar su salida y no solo eso, vamos a darles refugio, medicinas y todo lo que necesiten para el día a día”
En los asuntos humanitarios, pues, parece haber un acercamiento de posiciones. Hoy, las delegaciones abordan un tema mucho más complicado: la transición política en Siria.
“ Hablaremos de la transición de una dictadura a la democracia. Claramente, al régimen no le entusiasma abordar este tema y trata de frenarlo. Ha usado todo tipo de tácticas dilatorias, utilizando información que no puede verificarse, decía Louay Safi de la Coalición Nacional Siria.
La oposición exige la salida de Bashar al Asad, que no sólo no pretende irse sino que, además, no excluye presentarse como candidato a las próximas elecciones. Este es el punto donde las posturas se antojan irreconciliables.
Homs es una de las ciudades mártires de la guerra civil en Siria; cercada desde hace año y medio por las tropas de Al Asad concentra toda la crudeza del conflicto.