Sentados en retretes en plena Ipanema los componentes de la ONG Meu Rio han protestado porque Rio de Janeiro vierte al mar sin tratar hasta el 70% de las aguas residuales producidas en la ciudad, lo que aumenta el riesgo de infecciones bacterianas en lugares emblemáticos como la propia Ipanema, Copacabana y Guanabara. El Comité Olímpico local asegura que el problema estará resuelto antes de los juegos de 2016.
