El primer ministro turco ha dado marcha atrás en su polémico proyecto de ley para ampliar el control del Gobierno sobre la justicia. Recep Tayyip Erdogan ha anunciado que deja en suspenso los aspectos más conflictivos del texto, al menos hasta que pasen las elecciones presidenciales de agosto.
El proyecto ha provocado un auténtico seísmo dentro de Turquía y ha sido criticado por Estados Unidos y la Unión Europea.
“Algunos dicen que recibimos órdenes de otros, pero Tayip Erdogan no recibe órdenes de nadie”, decía Erdogan este viernes en un mitin.
El Gobierno impulsó el polémico proyecto después de que estallara un escándalo de corrupción que ya ha obligado a dimitir a cuatro ministros. En las últimas semanas el ejecutivo ha reemplazado a centenares de policías y fiscales relacionados con la investigación.