Ucrania se muestra más dividida que nunca en el día de la unificación del país. Los medios locales hablan de al menos cuatro muertos durante la jornada en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y de cerca de 200 heridos.
Los principales líderes opositores se han reunido con el presidente y después se han trasladado a la plaza de la Independencia donde Vitaly Klitschko, excampeón del mundo de boxeo y uno de los principales políticos del país, se ha vuelto a dirigir frente a las cámaras a Víktor Yanukovich para pedirle elecciones anticipadas.
A primera hora de la mañana la Fiscalía certificaba la muerte de dos personas por herida de bala, las primeras en las protestas antigubernamentales que duran ya dos meses. Las fuerzas de seguridad han negado haber utilizado munición real contra los manifestantes.
A partir de ese momento y sin conocerse todavía más víctimas mortales se producía la respuesta de la comunidad internacional. La Unión Europea ha condenado los asesinatos y el presidente de la Comisión Jose Manuel Durao Barroso ha amenazado con tomar medidas contra Ucrania. Por su parte, Estados Unidos también ha hecho un duro reproche y desde su embajada en Kiev ha retirado los visados a varias personas por participar en la represión. Rusia, el principal aliado de Víktor Yanukóvich, ha acusado a la Unión Europea de injerencia en Ucrania y a los opositores de no respetar la Constitución del país.
La tensión se disparaba en el día en el que se cumplen 95 años desde que la zona rusa y la zona controlada por el Imperio austrohúngaro se unieran para formar la actual Ucrania. Las protestas comenzaron en noviembre como consecuencia de la negativa del Gobierno de Kiev a firmar un tratado de asociación con la Unión Europea a cambio de una mayor dependencia de Moscú. Pero la última causa de la indignación popular han sido las medidas aprobadas en el Parlamento la pasada semana sin un debate en la Cámara.
