20 millones de personas en Corea del Sur han sido víctimas del robo de los detalles de sus tarjetas de crédito.
Una información que contiene el número de teléfono del usuario, el de la seguridad social, su salario, sus últimos gastos o su dirección y que ahora podría estar en manos de cualquier empresa interesada.
Las autoridades han detenido a un técnico informático por apropiarse de los datos de los clientes de las tres principales empresas de tarjetas de crédito.
“Ya no puedo confiar en esta empresa, No solo en la empresa, tampoco en mi país. Cuando se trata de credibilidad… ¿En quién puedo confiar? ¿En quién puedo creer? Sinceramente, ya no lo sé”, decía una afectada.
“Ya no confío en ellos. Soy una persona mayor y no sé si he sido demasiado codiciosa. He basado toda mi vida en la confianza”, apuntaba otra.
El escándalo ha despertado la indignación de los afectados y obligado a los responsables de las empresas a anunciar su dimisión y a indemnizar a sus clientes.
En Corea del Sur el uso de la tarjeta de crédito está tan extendido que muy poca gente tiene efectivo.