Ucrania vive una violenta noche de protestas contra el Gobierno. Ni los llamamientos de opositores tan representativos como el excampeón del mundo de boxeo Vitaly Klitschko para poner fin a las hostilidades han logrado calmar los ánimos. Más de cuarenta policías han sido hospitalizados, al menos un centenar de personas han resultado heridas y hay cerca de veinte detenidos.
Los altercados comenzaron después de un mitin contra el Gobierno de Víktor Yanukóvich al que acudieron cerca de 100.000 personas. Después un sector de los manifestantes comenzó a arremeter contra el mobiliario público y los agentes, tratando incluso de bloquear con un autobús la calle de acceso al Parlamento.
Las protestas se iniciaron en Ucrania como resultado del rechazo del Ejecutivo en noviembre a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea y de su acercamiento a Rusia. Pero las medidas aprobadas la última semana sin debate parlamentario han disparado la indignación. Entre las nuevas normas se incluyen la prohibición de concentraciones públicas y duras penas de cárcel para quienes desafíen las leyes.
El presidente Víktor Yanukóvich ha ordenado la creación de un grupo de trabajo con miembros del Gobierno que previsiblemente tendría que reunirse hoy con representantes de la oposición para poner fin a la crisis.
“Los choques han durado toda la noche, entre lanzamiento de granadas de aturdimiento, gases lacrimógenos y cócteles molotov. El sector más radical no se ha calmado y han atacado a los antidisturbios. Están esperando para el ataque final, en caso de que suceda. Pero el lunes también hay algo de expectación por la negociación política y la actividad diplomática”, concluye Sergio Cantone, enviado especial de Euronews.