Favorecidos por las altas temperaturas de este verano, hasta 34 incendios continúan activos en el sur de Australia, donde 16 viviendas han quedado arrasadas en las últimas 24 horas.
Uno de los principales incendios, situado a 300 kilómetros al oeste de Melbourne, ha calcinado 52.000 hectáreas y causó ayer la muerte de una mujer.
“Es terrible”, decía abatido el capitán de brigada de bomberos John Richardson. “Estoy triste porque empezó en nuestro territorio. No sabemos qué hacer, no sabemos cómo combatirlo.”
Los tres estados que concentran la mayor parte de la población nacional – Australia del Sur, Nueva Gales del Sur y Victoria – son también los más golpeados. En este último han ardido 100.000 hectáreas.
“Pensé que había pasado de largo sin afectarnos. Pero de repente, de la nada, giró, y dio la vuelta desde arriba”, explica un vecino de Victoria.
Aunque de momento el balance de víctimas no es tan alto como en 2009, cuando perecieron 173 personas y 2.000 perdieron sus hogares en el Estado de Victoria, la situación está fuera de control.
El año 2013 ha sido el más caluroso desde que s tienen registros en Australia, concretamente desde 1910.