El texto será aprobado con casi total seguridad aunque la participación es una incógnita. Las autoridades esperan que sea mayor al 33% que registró la Constitución islamista de 2012 anterior al golpe del general Al Sisi.
Hay 52,7 millones de ciudadanos llamados a las urnas entre el martes y el miércoles en unos colegios electorales controlados por las fuerzas armadas. Los 160.000 militares desplegados tratarán de evitar, sobre todo, posibles atentados.
“Por su papel de apoyo al golpe del pueblo, si se puede decir así, el 30 de junio, contra Mursi y como los militares se alinearon con el deseo de la gente, la potencial candidatura del general Al Sisi como presidente tendría un enorme apoyo de los egipcios”, dice este analista y editor del periódico copto Watani.
Cada vez son más numerosos los rumores que sitúan al hombre fuerte del régimen como candidato en unas futuras presidenciales.
El rechazo a la Constitución está representado por el abstencionismo, apenas hay fuerzas que defiendan el ‘no’. Los islamistas, y en cabeza los Hermanos Musulmanes, han llamado también a no votar
