Damasco, Hama, Alepo… decenas de vídeos no profesionales inundan la red y muestran que entre los esfuerzos diplomáticos el baño de sangre en Siria se perpetúa.
Los rebeldes, divididos, luchan entre sí por un pedazo de terreno nacional. Grupos islamistas, como los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante, han reivindicado la “ejecución” de sesenta guerrilleros rivales por todo el país mientras se jactaban de haber tomado la ciudad de Al Abab en el norte del país.
Esta localidad, de la que el Gobierno de Bachar al Asad perdió el control hace un año, fue objetivo de varios bombardeos del régimen.
Los yihadistas mantienen desde hace diez días combates con otros grupos islamistas, lo que ha dejado al menos 700 muertos, asegura el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG con base en Londres.
