Richard Wiseman realizó un experimento centrado en el alcohol sobre estudiantes universitarios. Los sujetos tenían que pasar una noche de fiesta en un bar con sus amigos. El alcohol era gratis, barra libre y aunque parezca mentira esto hizo que muchos estudiantes se apuntaran al experimento sin ningún tipo de problema. Al empezar la fiesta, dividieron a los estudiantes en dos grupos, unos con chapas azules y otros rojas. Y a todos se les hizo pasar una serie de pruebas físicas (típico anda sobre la línea, ponte a la pata coja, apréndete estos números, haz tres mortales invertidos con doble tirabuzón… cosas normales que cualquier persona puede hacer). Durante la fiesta, a los sujetos de la chapa roja se les sirvió alcohol de verdad y a los de azul, una imitación de alcohol que sabía y olía igual pero no tenía ni pizca de alcohol.
