Las lluvias ceden Brasil, pero al empezar a bajar los niveles del agua, quedan al descubierto la devastación de 54 ciudades de esa región. En Espiritu Santo, por ejemplo, ubicado en el sureste del país, cerca de 800 familias padecen las consecuencias de las precipitaciones pluviales que inundaron vastas zonas y exigen a las autoridades se hagan presentes para apoyarles en sus trabajos de reconstrucción. teleSUR