El rescate tendrá que esperar. Por lo menos, hasta el domingo por la noche.
Algunas de las 74 personas a bordo del barco ruso atrapado en la Antártida señalan el lugar donde se encuentra el rompehielos chino que acudía en su ayuda.
Pero El Dragón de Hielo no ha podido abrirse paso por la gruesa capa de hielo que le separa del buque bloqueado desde el martes a casi 200 kilómetros de la base francesa Dumont D’Urville y 3000 de la isla de Tasmania.
Las esperanzas están ahora en otro rompehielos, el australiano Aurora Australis, capaz de atravesar hielos de hasta un metro treinta de espesor.
A bordo del Akademik Shokalskiy viajan científicos y turistas en su mayor parte australianos que rememoran la expedición realizada hace un siglo por su compatriota, el explorador sir Douglas Mawson. La nave, con una veintena de tripulantes rusos, había partido de Nueva Zelanda hace un mes.