Se suceden las reuniones de emergencia en torno al conflicto en Sudán del Sur.
En Nairobi, Kenia, se han congregado los líderes de los países del Este de África integrados en la Autoridad Internacional para el Desarrollo ante la posibilidad de una nueva guerra civil en el territorio.
El presidente de Kenya, Uhuru Kenyatta, y el primer ministro de Etiopía, Hailermariam Desalegn piden un cese inmediato a la violencia después de que la ONU decidiera doblar la cifra de cascos azules en la zona hace dos días.
“El ejército está sobrecargado con las actuales obligaciones de protección de civiles en nuestros campamentos. También se están realizando algunas patrullas día y noche en los barrios de Yuba para crear un entorno más seguro para las personas”, dice Hilde Johnson, enviada especial de Naciones Unidas para
Sudán del Sur.
La ONU ha afirmado que se necesitan
unos 166 millones de dólares para paliar la crisis humanitaria
en el país, donde el número de muertos supera el millar y los
civiles refugiados en sus bases ascienden a más de 50.000.