Los rebeldes amenazan la principal fuente de ingresos de Sudán del Sur. Según fuentes gubernamentales, la mitad de Malaka, la capital de la principal región petrolífera, está en manos de los sublevados. El crudo supone el 98% del dinero que obtiene el Gobierno. La producción, además, ha bajado a causa de los enfrentamientos.
La ONU ha llamado al diálogo y asegura por medio de Hilde Johnson, enviada especial de la organización, que son necesarios unos 120 millones de euros para afrontar la crisis humanitaria.
“Sabíamos que había tensiones y que podían producir problemas. Pero no creo que ningún sudanés del sur o ninguno de nuestros observadores en el país o fuera de él esperase una desestabilización tan rápida”
Una delegación africana ha logrado que el presidente Salva Kir se comprometa a reunirse la próxima semana con el exvicepresidente Riek Machar para encontrar una solución. Los enfrentamientos entre partidarios de uno y otro han dejado más de mil muertos y 50.000 civiles en busca de protección en tan solo doce días.