El británico Anthony Perrett podrá pasar el fin de año en su casa. La amnistía concedida la pasada semana por Vladimir Putin se ha hecho ya realidad en uno de los muchos miembros de Greenpeace que fueron arrestados el pasado mes de septiembre por vandalismo.
Según ha confirmado su abogado, Perret recibirá en las próximas horas el visado de tránsito que le permita viajar a su país el próximo jueves. Greenpeace asegura además que otros tres compañeros habrían sido notificados también de la conclusión de los procedimientos contra ellos.
Perrett, junto con otros 27 tripulantes del buque “Arctic Sunrise”, ha pasado dos meses en prisión preventiva tras intentar abordar una plataforma petrolífera de Gazprom en el Ártico. En noviembre, tanto él como sus compañeros fueron puestos en libertad bajo fianza.
La ley de amnistía aprobada por La Duma con motivo del vigésimo aniversario de la Constitución ha supuesto la liberación de hasta 20.000 personas.