En 1980, el Congreso de EE.UU. aprobó la ley para una mejor Comisión Federal de Competencia (CFC). La entidad quedaba despojada de toda autoridad para promulgar cualquier tipo de norma relacionada con la publicidad. El Congreso de los Estados Unidos, estaba bajo la presión de anunciantes y comercializadores, quienes les robaban el derecho, la autoridad para regular el mercado de la publicidad infantil.
Actualmente hay más de 52 millones de niños menores de 12 años en los Estados Unidos, la mayor explosión juvenil estadounidenses en medio siglo para el capitalismo estadounidense. Los especialistas en marketing tratan deliberadamente a convertir la vida de los padres en un infierno.
El consumo infantil crecía a un modesto ritmo de 4,34% al año. Desde la liberalización se ha puesto a subir un 35% anual. Desde los 4.200 millones de dólares en 1984 a 40.000 millones de dólares actualmente.