Mumbai, en India, es una ciudad de contrastes. Mientras en ese lugar viven tres de los hombres más ricos del planeta, la pobreza campea. Más de un millón de personas trabajan en la informalidad por unos salarios ínfimos, cobran el equivalente a tres dólares. La carencia de servicios públicos mínimos aumenta las enfermedades, la desigualdad social y las condiciones de pobreza extrema. teleSUR