El gabinete del tercer mandato de Angela Merkel como canciller de Alemania es continuista.
Cinco carteras para su CDU, tres para sus socios bávaros del CSU y seis para los socialdemócratas conforman el Gobierno con uno de los mayores apoyos desde la Segunda Guerra Mundial.
“El canciller Konrad Adenauer decía que si dos personas tienen siempre la misma opinión, no valen para nada ninguno. En este sentido, el primer canciller de la República Federal Alemana marcó la buena dirección para las discusiones sobre una gran coalición.” decía la canciller.
Lo único inesperado ha sido el nombramiento de Ursula von der Leyen como ministra de Defensa, la primera mujer que ostentará ese cargo en el país. Antes fue ministra de Trabajo.
La cruz de esta jornada de sonrisas está en Los Verdes que, apartados por el SPD, se quedan en una muy minoritaria oposición. “Es un Gobierno aburrido, especialmente con los ministros de la CDU, poca gente nueva, nada realmente ambicioso.” aseguraba la líder del partido Simone Peters.
Entre ellos el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que seguirá pilotando la reforma bancaria europea. El Gobierno prometerá su cargo ante el presidente de la República el martes.
