Un grupo de guerreros zulúes también ha querido dar su último adiós a Nelson Mandela. Aunque Madiba era de la tribu Xhosa, los zulúes le tenían en gran aprecio porque logró rebajar la tensión entre sus tribus en varias ocasiones. La ceremonia, con cantos y danzas tradicionales, ha tenido lugar en una colina situada a unos 300 metros de los actos oficiales:
– “Madiba significa mucho para nosotros, más de lo que mil palabras pueden decir. Por todo lo que hizo, por todo lo que dijo es un icono mundial”, explicaba uno de los participantes.
Los habitantes de Qunu, la localidad en la que creció Mandela, no esconden su decepción por no haber sido invitados al entierro. Su único consuelo es que han podido seguir los actos a través de una pantalla gigante instalada cerca del Museo Nelson Mandela, y que la historia que atesoran las salas del centro y los restos mortales del expresidente sudafricano se quedarán en Qunu para siempre.