Pulso de acero en el corazón de Kiev, donde las fuerzas del orden han liberado el acceso a la sede del Gobierno apartando con sus escudos a los manifestantes proeuropeos que llevaban días allí acampados para protestar contra el giro prorruso dado por el ejecutivo. Los antidisturbios están haciendo un ejercicio de contención:
– “Estamos aquí para mantener el orden público. De forma pacífica, como puede ver. Es nuestro trabajo”, afirmaba ante la prensa un resposable policial.
También han desalojado sin que la sangre llegara al río los alrededores de la sede de la Administración Presidencial. Sin embargo, no se han andado con chiquitas en la del partido de la encarcelada exprimera ministra Yulia Timoshenko. Según la oposición, los agentes han destrozado el mobiliario y se han llegado numerosos ordenadores. La policía lo niega.
Mientras tanto, el ambiente no decae en la Plaza de la Independencia, el epicentro de las protestas desatadas por la renuncia del presidente Yanukóvich a firmar un Acuerdo de Asociación con la UE para retomar las negociaciones de adhesión a la Unión Aduanera liderada por Rusia.